Nutrición en las enfermedades cardiovasculares
“Las pautas alimentarias cardiosaludables incluyen la ingesta de fruta y verdura diaria, aceite de oliva, pescados y productos bajos en grasa: aves sin piel ni grasa, carnes magras”, señala la Dra. Nieves Tarín, cardióloga de la Fundación Española del Corazón. Una dieta adecuada puede retrasar y ayudar a controlar los principales factores de riesgo cardiovascular: obesidad, hipertensión, diabetes e hipercolesterolemia. Practicar ejercicio moderado, evitando así el sedentarismo, es un hábito de vida cardiosaludable, capaz de evitar el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares. En pacientes que ya han padecido un accidente cardiovascular, la alimentación adecuada es esencial para mejorar su pronóstico y evitar recaídas o complicaciones. La obesidad, el colesterol y la hipertensión son algunos de los principales factores de riesgo que intervienen en las enfermedades cardiovasculares y que pueden controlarse a través de la alimentación.